SAN DIEGO – El fracaso del gobierno federal en ayudar a naturalizar a los inmigrantes que han estado al servicio de las fuerzas armadas de EE.UU. ha causado la deportación de una cantidad incalculable de veteranos, todos con derecho a ser ciudadanos debido a su servicio, de acuerdo a un informe publicado el día de hoy por la ACLU de California.
El informe, “Discharged, Then Discarded” (informe en inglés), reveló que los veteranos deportados estaban en EE.UU. legalmente y padecieron heridas físicas y traumas emocionales en conflictos tan antiguos como la guerra en Vietnam. Sin embargo, al regresar del servicio militar, se vieron sujetos a draconianas leyes de inmigración que reclasificaron muchos delitos menores como delitos que ameritan la deportación y fueron efectivamente desterrados de este país.
“Al requerir la deportación y despojar a las cortes de inmigración del poder de tomar en cuenta el servicio militar, el gobierno de Estados Unidos abandonó a estos veteranos expulsándolos hacia países extranjeros en el momento en el que más necesitaban la ayuda del gobierno para rehabilitar sus vidas después del servicio militar”, expresó Bardis Vakili, abogado principal de planta de la ACLU de California. “Este es un trágico y vergonzoso ejemplo de lo disfuncional que es nuestro sistema de inmigración.”
Una gran parte del problema actual se debe a punitivas leyes que fueron promulgadas hace casi 20 años y a la renuencia de los legisladores de reparar un sistema de inmigración defectuoso que ha llevado a la deportación de veteranos, destruido a familias y ha hecho que muchos vivan con temor.
Para estos veteranos, todos los cuales habían cumplido sus sentencias, la deportación es un castigo de por vida que nunca debió haber ocurrido si el gobierno les hubiera asegurado su derecho a ser naturalizados. Las consecuencias de la deportación incluyen falta de acceso a necesarios beneficios médicos a través de los servicios de veteranos (VA) a los que todos los veteranos tienen derecho sin importar su estatus migratorio, concluye el informe. Sufren además la separación permanente de sus familias, incluyendo sus hijos nacidos en EE.UU.
“Los Estados Unidos debe cumplir su promesa de honorar y cuidar a estos veteranos, de la misma manera que estos veteranos cumplieron su promesa de servirle a este país fielmente para mantenernos seguros” dijo David Garcias, un veterano del ejercito de los Estados Unidos y Presidente de SEIU Local 221. “Ellos vivieron sus vidas en los Estados Unidos y sirvieron a su país fielmente, y fueron tratados injustamente y castigados solo por haber nacido en otro país.”
El informe también ofrece recomendaciones clave, incluyendo:
- Restaurar la discreción judicial para permitir que los jueces puedan tomar en cuenta factores como el servicio militar en los casos que involucran la deportación.
- Requerir que la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU. adopte una moratoria y/o presunción en toda la agencia contra la remoción de miembros activos de las fuerzas armadas de EE.UU. o veteranos dados de baja honorablemente.
- Reabrir las aplicaciones de naturalización que fueron negadas o abandonadas porque la persona no pudo continuar su proceso de naturalización debido a su servicio en las fuerzas armadas.
- Proveer representación legal a los miembros activos del servicio militar de EE.UU. y a los veteranos que se encuentran en proceso de remoción.
“Este informe demuestra cómo el gobierno federal les ha fallado a estos veteranos”, expresó Jennie Pasquarella, directora de derechos de los inmigrantes y abogada principal de planta de la ACLU de California. “Les dijeron que eran los suficientemente estadounidenses como para pelear nuestras guerras y servir a nuestro país, para posteriormente ser deportados y desechados. Esto es inaceptable. El gobierno de EE.UU. debe cumplir con estos hombres y mujeres.”
Lea el informe en inglés aquí.
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