En una decisión 4-3 anunciada esta mañana, la Corte Suprema de EE.UU. reafirmó el fallo del Quinto Circuito que declaró constitucional que el programa de admisiones de la Universidad de Texas tome en cuenta la raza como uno de los factores—entre muchos otros—para tratar de crear una experiencia educativa diversa para sus estudiantes.

La ACLU aplaude la decisión. Es necesario que los estudiantes reciban los extensos e importantes beneficios que ofrece un entorno diverso en el campus.

La ACLU apoya y defiende la igualdad de derechos y oportunidades de todos los estudiantes. Los estudiantes que viven en viviendas y vecindarios precarios o que asisten a escuelas de bajo rendimiento deben también tener acceso a las universidades públicas. Las universidades deben saber más de sus estudiantes potenciales que el promedio de sus calificaciones y su puntaje en el SAT. Somos más complejos que nuestra capacidad de tomar exámenes.

En un fallo emitido en el 2013 en el caso Fisher, la corte ratificó el valor de la diversidad racial y étnica en los entornos educativos, pero cuestionó si el Tribunal de Circuito cometió un error al no aplicar un “estricto escrutinio” al determinar que UT necesitaba realmente un programa que toma en cuenta la raza para producir un alumnado diverso. Por lo tanto, opinaron que el Tribunal de Circuito fue demasiado deferente con los administrativos escolares. El Quinto Circuito reafirmó su decisión previa, defendiendo nuevamente el plan de admisiones de UT. Fisher apeló y el día de hoy, perdió.

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